Fenomeno

Asombroso fenómeno astronómico fue descubierto en Tixcuytún, Municipio de Tekax.

Durante el cambio de los equinoccios a los solsticios, cuando el sol despunta en el horizonte, se produce en la espadaña de la Iglesia de la Comisaría de Tixcuytún, distante apenas 8 Km. de la ciudad de Tekax; un fascinante espectáculo de luz y sombra, que resulta todo un espectáculo y a la vez asombra a propios y extraños.

La espadaña de dicha iglesia, presenta una forma muy peculiar, por sus numerosas oquedades, con una claraboya en la pared posterior que se proyecta directamente al centro de la ventana del coro, ubicada en la parte delantera.

El historiador tekaxeño, Miguel Cervantes Aguilar; hábil observador y especialista en arte sacro; intrigado por esta singularidad, inició una investigación del lugar que rindió frutos hasta los 4 años; después de registros minuciosos de observaciones, cálculos y mediciones y tradición oral, desarrolló una hipótesis que consideraba que al cambio de las estaciones el sol presentaba diferentes movimientos que bién podrían producir algún fenómeno en la espadaña.

Teniendo las condiciones climáticas en contra (nublados y neblina) y a punto de darse por vencido, el 22 de octubre del presente año, a las 5:45 A.M. estando a cerca de 100 m. de la iglesia, al despuntar el sol, la luminosidad fue recorriendo cada una de las oquedades del triángulo izquierdo hasta su elevación en el horizonte. Al día siguiente ya recorría la parte central, hasta completar su recorrido a las últimas oquedades y posarse en la cúspide.

Al desplazarse por el centro, el sol aparecerá por la claraboya posterior, provocando que un haz de luz se proyecte a la ventana del coro, en su trayecto ilumina el interior de la iglesia, que al estar en penumbras de la impresión de estar envuelta en fuego.

En los siguientes días estuvo acompañado por el espeleólogo Mario Novelo “El Topo”, teniendo la oportunidad de registrar con fotos el fenómeno y descubrir otros efectos solares, como una “corona” solar que enmarca majestuosamente y en doble círculo la fachada superior del edificio, que de existir la original cruz de piedra, producía seguramente un efecto mágico entre los mayas reacios a evangelizarse.

Tixcuytún, sale del olvido y emerge como un enigma, seguramente numerosos especialistas en la materia, investigadores y estudiosos de misterios, estará deseosos de admirar este recién descubierto cofre de sorpresas, a la vez, conocer su misteriosa gruta, descubierta en 1990 por Mario Novelo, denominada “Tza can”, que guarda innumerables secretos milenarios, donde se podrán encontrar vestigios arqueológicos, pinturas rupestres y maravillosas formaciones cársticas y que ya está bajo el resguardo del INAH y las autoridades locales. Continuará.