La peligrosidad de algunos tramos de la carretera estatal Muna-Peto, como la curva entre Tekax y Akil, quedó nuevamente en evidencia al registrarse un nuevo accidente con saldo de pérdidas materiales.
El tramo en cuestión quedó ayer regado de cristales al romperse envases de refresco de alrededor de 50 cajas que cayeron de un camión transportador, cuyo guiador perdió el control del vehículo al orillarse mucho por fallas mecánicas. También se dañaron cientos de refrescos en envases.
Regresa a la vía Por fortuna, al regresar a la cinta asfáltica el camión refresquero no se topó con algún otro vehículo, con el que habría chocado o al que hubiera arrollado. Se detuvo a casi 100 metros de donde sus llantas “mordieron” el monte, dejando una estela de cajas, vidrios rotos y envases llenos.
Otro vehículo de la misma empresa refresquera se detuvo a un costado del camino, cuyo guiador ayudó a sus compañeros a poner las cajas a las orillas de la carretera, para que continuara la circulación.
El propietario de un rancho a cuya entrada quedaron decenas de cajas de refrescos consideró que, con base en los accidentes en ese tramo, el kilómetro 52, ya es hora que las autoridades tanto estatales como municipales hagan algo.
“Al año se suscitan al menos cuatro muertes en este lugar — puntualizó el tekaxeño—. La más reciente ocurrió hace algunas semanas”.
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